
Naturaleza muerta
Rufino Tamayo, 1930
Gente, sólo gente,
multitud, todos multitud,
nadie, yo solo, nadie.
Quizás, jamás odié tanto como hoy
las luces de neón,
y la gente,
sólo la gente.
Hasta las farolas descansan,
y a tientas uno solo camina, camino,
y no te encuentro,
tu no estás, has huido, no te veo.
Tan solo te siento.
Quizás, si no estuvieras cerca,
yo no sabría vivir, seguir, caminar.
Gente, tan solo gente. Multitud.
23.III.01
1 comentario:
Sí señor, tanta gente... y tan poquita necesaria. Quedémonos con lo importante, el resto, sobra.
Un abrazo!
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